Hola, somos Mirian y Justus, yo soy andaluza y mi pareja del norte de Alemania, nuestra relación ha sido guiada en todo momento por las leyes de la polaridad, allí donde los opuestos forman parte de un todo.

Gracias al amor que nos tenemos el uno al otro, hemos podido superar hasta ahora todos los obstáculos que nos ofrece, el hecho de ser, seres polarizados.

La mente humana, por naturaleza, está la mayor parte del tiempo viviendo las experiencias desde un extremo, mayoritariamente desde el lado racional, aun sabiendo que necesitamos también del intuitivo para el equilibrio de nuestra existencia.

La oportunidad de vivenciar en pareja esta búsqueda de equilibrio, para llegar a entendernos aunque no pensemos igual, respetarnos a la hora de tomar decisiones aunque sean totalmente diferentes, abrazar con amor que uno usa más su lado racional y el otro su lado más intuitivo, nos ha ofrecido una vida mucho más completa, en paz con nosotros mismos y con el resto de personas. Este aprendizaje nos ha regalado una nueva aventura, la de ser padres.

Yo tenía claro que es muy importante dar la bienvenida a nuestro hijo respetando el proceso natural del cuerpo humano de la mujer, aun cuando eso implicase dolor, miedos, inseguridades o pasar quince horas aprendiendo a soltar el control de mi mente, escuchando las necesidades de mi cuerpo en ese nuevo proceso de parto. Quería anteponer las necesidades naturales de ese nuevo viaje, frente a mis creencias, miedos, inseguridades o desconocimiento sobre el tema, permitiéndome confiar en el lado intuitivo que todos llevamos dentro, pero que no solemos escuchar o que está acallado por el lado de la lógica racional. Recordemos que si potenciamos ambos, nos sentiremos completos.

Quería un parto natural en casa, pero eso implicaba un nuevo reto, que mi pareja también quisiera conectar con su lado más intuitivo, con la sabiduría interior que nos trajo a la vida, sin dejarse sabotear por su lado más racional. Como ya he dicho, somos muy diferentes, vivimos nuestra experiencia de vida observada desde polos muy opuestos, pero aun así, sabemos que es posible abrazar y respetar todas las opciones.

Desde que expusimos nuestras necesidades el uno al otro, hemos estado trabajando en informarnos y aprender sobre la seguridad y riesgo de ambas formas de dar a luz, como son parir en casa y parir en el hospital. Ambas son formas muy aceptables para traer a un ser a la vida, dependiendo de las necesidades de cada mujer y del bebé, es una elección personal.

Toda esta polaridad que se vive en las relaciones personales, se vive también en la sociedad y con respecto a la elección de dar a luz en casa. Aun cuando la OMS aconseja que el parto en casa es un modelo de asistencia sanitaria como el sistema más eficaz y

seguro para los cuidados de la embarazada y del bebé sanos, tanto la mujer como el hombre, en muchos casos, siguen viéndolo como un riesgo muy grande.

Y la realidad, es que es cierto, parir en casa tiene riesgos, de igual modo que parir en un sistema instrumentalizado, cuando se hace uso de ello, sin que sea necesario.

Que tengamos la oportunidad de acceder a las facilidades que nos aporta el sistema sanitario en el hospital, no quiere decir que tengamos que hacer uso de ello si no se necesita por fuerza mayor.

Ambas opciones requieren de una gran responsabilidad por parte de la madre y el padre.

Aunque por ahora, el parto en casa pide que los padres tengan una gran consciencia sobre lo que este viaje de dar vida y venir a la vida, necesita. Ambos padres tienen que prepararse para permitir que este proceso se despliegue en su debido tiempo, sin prisas, sin imponerse a sus propios ritmos.

El trabajo de acompañamiento de las matronas es muy importante, para que los padres sientan ese cuidado, apoyo extra de conocimiento y madurez, en una experiencia tan única como esta.

Por ahora, al no ser aún una mayoría, el parto en casa no lo cubre la seguridad social, es por eso, que nos encantaría que pudieras abrazar económicamente con lo que puedas o quieras, nuestro proyecto, de traer a nuestro primer hijo a la vida, en un entorno elegido por nosotros, con las personas que nosotros queramos y que el ritmo de bienvenida sea respetado y con la calidez que necesitamos.

Tu aportación a nuestro parto, no solo contribuye a nuestra familia, sino que estarás aportando tu semilla a que el parto en casa sea más visible para todas aquellas otras parejas que aún desconocen que esta opción, también forma parte de sus derechos y es igual de válido. Estarás ayudando a expandir consciencia con un acto de colaboración.

Te estamos muy agradecidos con lo que puedas contribuir. Muchísimas gracias.