Plan de parto

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Plan de parto

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Nosotros tuvimos dos partos hermosos. Maravillosos.
Estaba convencida de querer tener mis hijos en casa y así fue.
Recuerdo como en mi primer embarazo entendí que era fundamental hacer las paces conmigo en el caso que algo no saliera como previsto. Me daba pavor la idea de que tuviera que ir al hospital. A la vez, me molestaba tener que gastar energías en estos pensamientos. Este miedo no me aportaba nada de positivo. Tenía que estar serena y aceptar las cosas tal y como vinieran. Esta aceptación me tranquilizó y calmó mis expectativas. Pude concentrarme sobre mí y el bebé, sobre aquella explosión de vida que crecía en mi vientre.
Aun así, sabía que el día del parto no era un buen día para tomar decisiones sobre imprevistos, así que, con mi pareja, decidimos estudiar un Plan de Parto que expusiera nuestras voluntades y preferencias en relación al parto y post-parto en el caso que tuviéramos que ir a un hospital.

El plan de parto es un documento muy importante en el que la mujer de un lado expone sus deseos, sus necesidades, sus peticiones en relación a como le gustaría que fuera la asistencia a su parto y, del otro lado, marca claramente lo que no quiere se le haga a ella o al bebé.
Con esta planificación es más fácil para el personal sanitario entender las voluntades de la parturienta y respectar sus deseos. Esto ayudará a que el parto fluya.
El Plan de parto no es una planificación estricta del parto. La parturienta puede cambiar de opinión en cualquier momento y el personal sanitario, si lo considera oportuno y lo cree realmente necesario para el bienestar de la madre y del bebé, puede aconsejar cambios dando toda la información necesaria para que la madre de el consentimiento.
Las instalaciones sanitarias tienen el deber de aceptar el plan de parto y deben ser lo más objetivas posible en el caso de proporcionar informaciones y consejos.
Bajo ningún concepto este documento puede redactar o pedir prácticas que puedan ser arriesgadas para la madre y/o el bebé. Dando por hecho esta evidencia, el Plan de Parto tiene que ser respectado y aceptado para los que asisten al parto.
Nosotros quisimos entregar el plan de parto en la última visita  ginecológica para que el hospital lo tuviera en nuestro historial y el personal sanitario lo pudiera consultar a tiempo.
Las dos veces los hospitales se negaron, justificando que solo había que traerlo el día del parto.
Por suerte, nunca tuvimos la necesidad de utilizarlo.
Nuestro plan de parto es el resultado de una búsqueda sedienta de información y de un “corta y pega” de planes de conocidos o de familias que lo habían colgado en Internet.
Lo compartimos con vosotr@s, esperando que os pueda ser útil.

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