Somos Mauri y Caro y esperamos a nuestro primer hijo, Bruno, para junio. Llevamos desde febrero recibiendo clases de preparación al parto con Teresa Gómez en su centro Vidar, en Valencina de Concepción (Sevilla). Después de escuchar numerosos testimonios de partos en hospitales de gente cercana, vimos que todos coincidían en haber tenido buena o mala suerte con el equipo médico que les tocó ese día… Al entrar en contacto con la formación que ofrecía Teresa y con otros padres que ya habían disfrutado de su primer parto respetado, no tuvimos duda de que no queríamos dejar el nacimiento de Bruno a merced de la suerte de quien estuviera ese día de guardia en el hospital. A pesar de tenerlo tan claro, nos llevó a algunos quebraderos de cabeza el pensar cómo íbamos a hacer frente al pago de la formación y la asistencia al parto en casa, aunque finalmente optamos por esta opción y teníamos más o menos la forma de cubrir los gastos. El embarazo va avanzando y aparece el covid-19. Los planes de pago no pueden ser ya como nos planteamos cuando tomamos la decisión, y tampoco queremos renunciar a ella por una cuestión económica, creemos que la manera en la que venga Bruno al mundo es mucho más importante que cualquier cuestión monetaria.

Mauri se queda en paro, y dedicándose a la fotografía y producción de eventos no sabemos cuándo volverá a trabajar, ya que este sector va a ser uno de los últimos en retomar su actividad laboral.

Yo me dedico a las terapias manuales, con lo cual tampoco lo tengo ahora fácil y menos en mi estado avanzado de embarazo. Por otra parte, había superado entrevista y periodo de prueba en una empresa para trabajo temporal. Este contrato no se llega a dar porque coincide en fecha con el estado de alarma. Con lo cual, me quedo sin cotizar ese tiempo, faltándome once días para poder recibir la prestación por desempleo y posterior baja por maternidad.

A pesar de nuestras circunstancias económicas actuales, nos encantaría poder llevar a cabo este proyecto de parto en casa con la garantía de poder hacer frente a los gastos que esto supone. Poder disfrutar de forma más serena de este momento tan mágico y especial. Y que Bruno pueda nacer en un entorno de tranquilidad y amor, porque creemos que ese momento será también crucial para el resto de su vida.