Historia de la campaña

Soy Luisa, soy de Uruguay, desde el primer momento que supe que estaba embarazada de Alai nuestra primera hija, tuve claro que que queria un parto en casa, porque al estar lejos de mi tierra sabia que queria estar en el parto acompañada por mujeres que respetaran la sabiduría de la naturaleza que sabe de nacer. Raul, sevillano, fue empoderandose de elegir como queríamos que fuera el nacieminto de nuestra hija. Así juntos, elegimos la casa de naciemitnos Migorn, en Catalunya, donde luego también nació Milo. Fue y es Migorn el hogar que con amor, respeto y profesionalidad nos acompaño en todo el proceso (pre-parto, parto, post parto) dio cobijo para el nacimiento de nuestros hijos.
El parto de Alai fue a la semana 42 36 horas, el de Milo en la semana 40, 12 horas, intensos y con particularidades varias y estamos convencidos que si hubiésemos optado de hacerlo en un hospital el proceso hubiese sido de mayor intervención ya que mis tiempos de dilatación fueron largos y pasamos por muchas experiencias. La presencia de las comadronas, que transmiten y reafirman con amor el confiar en nuestros cuerpos, en nuestros bebes fue vital para que los nacimientos de nuestros hijos sean en un entorno familiar y cuidado.
Ahora hace un año vivimos en Vejer de la Frontera -Cádiz- y desde que nos enteramos que Río nos había elegido sabíamos que el parto seria en casa. Económicamente no contamos con todos los recursos para solventar el trabajo de nuestras comadronas, Nyddya y Maria, lo cual no es impedimento para buscar la forma de alcanzarlo, porque estamos convencidos que ofrecerle a Río una bienvenida en la intimidad de la familia, hace del nacimiento una celebración de amor y aprendizaje para toda la vida. Que sean nuestros partos respestados, donde la naturaleza se exprese y la vida busque nacer es un regalo para toda la familia.