Soñaba con un parto orgásmico, en la piscina frente al fuego de mi hogar con sonido de tambores y aroma a palo santo. La realidad fue totalmente distinta pero igualmente placentera.

Sentía dolores irregulares pero no muy fuertes, no me dí cuenta de que ya estaba de parto, parecía estar descompuesta, tuve ganas de pujar, vino una contracción intensa y sentí la presión de la cabeza. Así nació Diama, sin complicaciones, buscando la teta.

Había investigado otros testimonios reales, los cuales eran evidencia y prueba de que era posible parir libre. Me motivaron esas mujeres que lo habían logrado.

Tomé protagonismo de mi historia, siguiendo mi intuición eligiendo dar voz a los bebes, a mi bebe… a Diama. 💎

Decido difundir mi experiencia porque siento una responsabilidad social desde el momento que vi su corazón latir en una ecografía.

Un día llamó mi atención la palabra Artemisa, hice doble click y me sorprendí al descubrir su filosofía de vida, la propuesta de hacer medicina con la placenta. Encontré la comadrona ideal y además también una doula perfecta para mí.

Deseo que mi experiencia sea fuente de inspiración para que otras mujeres se empoderen y den a luz de forma natural, en tribu y respetando al bebe.

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